La entomología (del griego éntomos, «insecto», y logos, «ciencia») es el estudio científico de los insectos.
Desde muy niño, recuerdo estar ligado a esos pequeños animalitos que nos rodean, a veces en grandes cantidades, y que suelen pasar desapercibidos para la mayoría de los seres humanos, a menos que les piquen o destruyan sus plantas y cultivos.
Después de nacer, viví varios años en la vieja casa de Telde, en Las Palmas de Gran Canaria. Supongo que allí comenzó todo… este amor apasionado por los insectos, por su mundo, su biología, su taxonomía… Mi madre me dejaba en los pasillos de los jardines de la casa para que iniciara mis primeros gateos y pasos; cuando venía a cogerme en brazos o a jugar conmigo se daba cuenta de que en mi boca algo había, asustada metía su dedo rápida y cuidadosamente, sacando varios caracoles de tierra o algún “bicho negro”. Como ven, casi sin andar tenía ya una debilidad tremenda por los insectos, aunque con esa edad fuese gastronómica…
El principal culpable de comenzar a introducirme en el mundo de la entomología, sin duda alguna, fue mi abuelo paterno el Doctor Emilio Valle Ramos. Desde que tengo memoria, recuerdo salir con él y mi hermano por los barrancos canariones, levantando piedras en busca de especímenes. Mi abuelo nos decía sus nombres y las costumbres de cada uno, también hablábamos de las plantas, líquenes, aves… además de normas para ser un buen ecologista y amante de nuestro mundo. También recuerdo su habitación en la casa de Las Palmas, aquella puerta infranqueable que muy pocas veces se abrió ante mí, llena de libros de ciencias y cajas entomológicas, donde conservaba sus insectos. ¡¡¡ y un día me las regaló!!! Tendría unos 12 años, cuando por primera vez comencé a preparar mis primeros bichitos, guiado por los consejos de mi abuelo y por antiguos textos sobre esta materia.
Estos inicios fueron principalmente motivados por lo llamativo que me resultaba ver la caja con los insectos, alineados de distintas formas, tamaños y colores. Al continuar los años, esta afición siguió creciendo y fue ahí donde comenzaron mis primeras compras de materiales y cajas a La Península, siempre centrado en todas las especies existentes en Canarias. Mis viajes a Chile me abrieron los ojos al mundo real de los insectos, allí conseguí magníficos ejemplares de gran tamaño que pasaron a engordar mi colección, especímenes que no había imaginado en mi vida, teniendo en cuenta la insularidad del lugar en el que vivo y el pequeño o mediano tamaño de las especies isleñas.
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A medida que los años pasaban, la cantidad de especies y familias de insectos canarios aumentó enormemente, al igual que los insectos de otras partes del mundo (como distintos países de Europa, Chile, Venezuela, México, Cuba, España, etc.) que recolectaba por viajes y que mis amistades o padres me traían de sus vacaciones. Entonces empecé a cambiar de mentalidad respecto a la forma de ver esas vitrinas llenas de bichos, comenzaron a ser más que una mera exposición para empezar a ser una especie de trabajo paralelo en mi vida, en el cual sigo involucrado en la actualidad y pienso que me faltan años para finalizarlo. Comencé a introducirme en el mundo de la taxonomía entomológica, conociendo y estudiando cada uno de los insectos existentes en nuestro país, los órdenes más importantes, familias y subfamilias. (Estos estudios siempre han sido de una forma autodidacta, pues no tuve oportunidad de estudiar lo que realmente me apasiona, ni he podido conseguir un tutor que me instruyera en este mundo). Inundado por bibliografía, decidí que mi colección tenía que ser lo más científica posible, para que no sea sólo un mero entretenimiento visual, sino que se pueda sacar información importante y relevante en un futuro estudio científico realizado por entomólogos, donde sea posible encontrar especies que posiblemente con el paso de los años y bajo la acción destructora del hombre lleguen a desaparecer o a ser hacer escasos en mi Comunidad.
Empezó así la catalogación de mi colección, tratando de dejar constancia de todos los datos necesarios o interesantes sobre cada insecto, lugar de recogida, altitud, forma de captura, descripción de su hábitat, cantidad de ejemplares en la zona o situación en la isla, sexo, fechas, persona que lo captura o que lo determina, etc. En la actualidad continuo con esta fase y aún me queda mucho por hacer, pero lo mejor es que no tengo prisa…
Inmerso en este trabajo y con la ayuda de Internet, hace varios años llegué a la conclusión de que tener todos los insectos que te gusten o que tengan importancia científica, es algo imposible para cualquier persona. Por este motivo comencé a decantarme y centrarme en dos únicos órdenes; los escarabajos (coleópteros) y las mariposas (lepidópteros). Desde siempre son los que más me han gustado y me han atraído, además de ser dos órdenes con multitud de especies y subespecies. Con el tiempo me he centrado en sólo algunas familias de escarabajos como los Chrysomelidae, Cerambycidae, Scarabeidae, Carabidae y algunos más. Respecto a las mariposas me gustan las diurnas, pero también poseo una buena representación de mariposas nocturnas, sobre todo de Canarias.
Estos últimos años he estado más centrado en el tema taxonómico y en coleópteros y lepidópteros del Mundo que he conseguido por medio de colegas, por Internet o en criaderos de insectos en Sudamérica o Europa. Creo que son una buena forma de regular el tema de la recolección masiva de ejemplares y que exista una lista donde se reflejen los insectos permitidos por estas prácticas y los que están protegidos mediante la Ley, ya sea por su importancia o por su escasez.
Mi opinión personal respecto a este tema es bien clara, sin llevarla a extremos. Estoy a favor de la recolección en el medio de los insectos, pero siempre y cuando se realice con conocimientos y sin dañar a ninguna especie ni al medio, y nunca de forma masiva sobre el mismo tipo de insecto en concreto. Por eso pienso que las leyes actuales son necesarias para evitar este tipo de situaciones. También esta claro que se matan cientos de insectos por los pesticidas agrícolas o simplemente, en un trayecto en coche de media hora se matan más insectos de los que recolectaría cualquier persona en una hora, por eso a veces las leyes parecen que están hechas de broma…
Mi último viaje fue a Barcelona, donde visite el Castell de Mediona, regentado por Consuelo y Ramón y, donde recolecté algunos ejemplares de la zona. Me propusieron que determinara esos insectos para realizar una pequeña clasificación de los insectos típicos del Castell. A quienes lean este pequeño trabajo les pedimos que toda propuesta o información para mejorar esta sección la hagan llegar a modo de comentario al blog. Se irán editando fotografías para lo cual también les pido nos den su opinión sobre sus posibles nombres.
Roberto Valle Llarena.
5 comentaris:
Espera... esto lo ha escrito Roberto, o es parte de una biografia mia que no tenía controlada?
Porque al menos la primera parte es como si estuviese hablando de *mi* infancia en la casa de Telde.... jajaja!
Después de leer tu biografía con los insectos, nos queda felicitarte y derte ánimos para continuar en esa linea, y siempre mejorando . Cariñosamente, tus padres.
Qué pasada!
Doy fe, te encantan los insectos... y los disnosaurios!!!Recuerdo con mucho cariño cuando nos llevabas los "bichitos" al colegio, y todos boquiabiertos!En fin, enhorabuena y sigue así, quien sabe...quizás algun día le pongas tú el nombre!Por cierto, a ver si es verdad que nos vemos!Saludos, bss.
Quién iba a conseguir que unos minúsculos insectos se convirtiesen en los seres mas hermosos e interesantes del mundo? Quién, si no Rober?
"Despacito y con buena letra" se consigue todo en esta vida y más si se hace con tanta pasión.
Sigue así! estoy muy orgullosa de ti!... sabía que algún día harías realidad tu suenio!
un besazo!
Ag
Hola Rober!, primero felicitarte y decirte que me ha encantado leer lo que escribes... pero.... ¿sabes lo que se me vino a la mente cuando lo leía?...Pues entrando a tu habitación de la casa del sur que tenías los insectos en la pared del pasillo, que eran una pasada!...me imagino que ahora tendras cientos más que cuando éramos pequeños jaja! un abrazo
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